PATOLOGÍA DE LAS ESTRUCTURAS DE MADERA

La importancia de la madera como elemento estructural no es exclusiva del momento actual, ya que en la antigüedad era un material empleado con mucha frecuencia. Prueba de ello son las estructuras de madera de muchos edificios antiguos que todavía siguen cumpliendo sus funciones.
La madera es un material cuyas propiedades varían con la especie, el lugar de cultivo y tratamiento silvícula. Además debemos sumarle que es un material higroscópico y ortotrópico y que la presencia de alteraciones (defectos) genera modificaciones en su comportamiento estructural. Esta particularidad nos conduce a tener una amplia gama de interrogantes que debemos responder para que la utilización de este material en estructuras posea un margen de seguridad y un vida útil razonables.
La necesidad de construir con seguridad y aprovechar las propiedades de este material condujo a numerosos trabajos de investigación y a diferentes normativas de cálculo. En Europa, el Comité Europeo de Normalización (CEN) es el que se encarga, a través de los Comités Técnicos (TC) de establecer las normas de calidad en cada campo y de proteger los intereses de los usuarios. Se puede destacar, entre otras, las normas EN 383 de clases resistentes, la EN 384 de valores característicos y la EN 408 de métodos de ensayo. Particularmente, el comité CENT/TC 250 es el responsable de todos los «Eurocódigos Estructurales» del que surgió el «Eurocódigo 5», que establece una serie de criterios para la correcta implementación de estructuras de madera en concordancia con las normas internacionales. En Argentina la normalización es mucho más reciente y corresponde destacar el estudio del comportamiento de especies de rápido crecimiento que se ve reflejado en las normas IRAM 9672, 9660, 9661 Y 9662. Se avanzó también en una actulización de las normas de ensayo e interpretación de resultados, normas IRAM 9663 y 9664. Como parte de este proceso en el año 2013 se presentó el primer Reglamento Argentino de Estructuras de Madera, CIRSOC 601. El reglamento CIRSOC 601 tiene su origen en la normativa americana «National Design Specification for Wood Construction», NDS 2005.
Por otro lado, la madera es un material que se puede degradar debido a la acción de diversos agentes, tanto bióticos como abióticos.
Por este motivo, es necesario conocer en cada momento su capacidad real de resistencia, lo cual ha sido afrontado a lo largo de la historia basándose, fundamentalmente, en la realización de inspecciones visuales y rudimentarios ensayos de impacto de tipo artesanal, cuyo resultado se evaluaba sobre la base de carácter empírico. Actualmente se dispone de distintos sistemas de diagnóstico, destructivos y no destructivos, más acordes con el método científico. En este sentido la normativa europea es muy amplia en cuanto a la normalización de ensayos y preservación.
Se debe tener en cuenta que no solo se deben construir correctamente las estructuras de madera en cuanto a su diseño estructural y técnica constructiva sino que además se debe garantizar su vida útil en buenas condiciones, para ello resulta de capital importancia el conocimiento de la durabilidad de cada especie en una determinada condición de uso, la posibilidad de mejorarla a través de preservantes, la planificación del mantenimiento y finalmente la evaluación del estado de estructuras existentes y las técnicas de intervención si fuera necesario.